Los artistas estamos satisfechos con las disculpas del jefe delegacional de Coyoacán: Gritón
Superado el incidente, las obras de La ira y el deseo volverán a Miguel Ángel de Quevedo
Debido a un “error de comunicación”, la colectiva fue retirada del camellón de esa vialidad
Laura Esquivel, directora de Cultura de Coyoacán (al centro), con una comisión de artistas participantes
en la exposición colectiva que fue desmontada
Foto María Luisa Severiano
En la imagen, algunas de las obras que permanecen depositadas en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles
Foto María Luisa Severiano
FERNANDO CAMACHO SERVÍN
Periódico La Jornada
Sábado 8 de mayo de 2010, p. 4
Debido a un “error de comunicación”, las autoridades de la delegación Coyoacán retiraron el pasado lunes la obras de la exposición colectiva La ira y el deseo, que habían sido emplazadas en el camellón de la avenida Miguel Ángel de Quevedo dos días antes, pero dicho problema ya fue resuelto y las piezas serán reinstaladas en un par de semanas.
Así lo informó el artista Antonio Ortiz, Gritón, uno de los participantes en la muestra, quien dio por superado el incidente, aunque todavía hay ciertas esculturas dañadas que necesitan repararse.
Algunos de los creadores que aportaron material para la exposición se reunieron ayer con el jefe delegacional de Coyoacán, Raúl Flores, quien ofreció una disculpa a los artistas y les explicó que debido a un “error garrafal” de coordinación entre los integrantes de su gabinete, se ordenó quitar la muestra, cuando antes se había acordado su permanencia por 15 días, afirmó Ortiz.
Como se informó en estas páginas (La Jornada, 7/05/10), La ira y el deseo fue desmontada por una supuesta queja ciudadana y ante la posibilidad de que la Secretaría del Medio Ambiente protestara por el eventual daño a los árboles de la avenida, aunque más tarde el gobierno de la demarcación admitió que en realidad desconocía los detalles de la muestra.
“Flores dijo que había sido un error imperdonable no tener toda la información al respecto. Simplemente alguien le dijo ‘hay que quitarla’, y él aceptó”, indicó el artista.
Sin embargo, la reunión se desarrolló en términos cordiales y al final de la misma el jefe delegacional se comprometió a colocar de nuevo todas las piezas de la muestra, previa restauración de algunas que fueron dañadas al desmontarlas.
“Como organizadores nos dimos por satisfechos con la explicación y las disculpas del jefe delegacional. Él admitió que había sido un error, y el hecho de volverla a montar significará un acto de desagravio”, señaló Gritón.
Durará 15 días: Laura Esquivel
Por su parte, la titular de la Dirección de Cultura de Coyoacán, la escritora Laura Esquivel, celebró haber llegado a un acuerdo satisfactorio con los artistas, y anunció que la exposición durará 15 días cuando sea instalada de nuevo, como se había dicho. La funcionaria confirmó lo dicho por Ortiz, y dijo que la falla se debió a una comunicación deficiente entre los integrantes del equipo de Raúl Flores, quien no tuvo los informes correctos antes de ordenar que se desmontara La ira y el deseo. Aunque se recibieron algunas quejas ciudadanas por la instalación de la muestra, el problema comenzó al tomar de forma unilateral la decisión de levantarla, sin avisar a los artistas, consideró Esquivel.
Restaurar las piezas dañadas será “un acto de reparación significativo, una metáfora muy linda de cómo se pueden reparar las cosas que a veces se rompen con las políticas gubernamentales”.
Viernes 7 de mayo de 2010
Las obras de La ira y el deseo fueron desmontadas del camellón de Miguel Ángel de Quevedo
Artistas manifiestan inconformidad por retiro de muestra colectiva en Coyoacán
Laura Esquivel, titular de la dirección de Cultura de la demarcación, lamentó los hechos
Vecinos se quejaron de que “algunas instalaciones” estaban amarradas a los árboles
MERRY MACMASTERS
Periódico La Jornada
Viernes 7 de mayo de 2010, p. 8
El pasado lunes 3 por la mañana las autoridades de la delegación Coyoacán retiraron del camellón de Miguel Ángel de Quevedo la totalidad de las obras que formaban parte de La ira y el deseo, muestra colectiva e independiente montada los días 30 de abril y primero de mayo por alrededor de 200 artistas, con la anuencia y apoyo de esa demarcación (La Jornada, 26/04/10), no obstante el acuerdo era de que la obra permanecería en exhibición hasta el día 15.
Las obras retiradas se depositaron en la Casa de la Cultura Reyes Heroles, en Coyoacán.
En un comunicado enviado a este diario por el comité organizador de La ira y el deseo, se informa que “todas las instalaciones, fotografías, esculturas e intervenciones fueron retiradas por ‘instrucciones’ del jefe delegacional Raúl Flores, aduciendo en un primer momento una ‘queja ciudadana’ y diversas recomendaciones de algunos de sus colaboradores en torno a que ‘a lo mejor’ la Secretaría del Medio Ambiente se pudiera ‘quejar’, debido a que muchas de las obras estaban sujetas de mecatitos a los árboles del camellón”. En un segundo momento, “las autoridades delegaciones han mencionado que ‘no sabían’ que la muestra permanecería en exhibición durante 15 días, cuando en todos los ‘oficios’ entregados a ellos mismos se hace mención de la permanencia de esta exposición durante 15 días en el camellón de Miguel Ángel de Quevedo”. La acción artística, que el primero de mayo también comprendió performance, presentaciones musicales y la proyección de varios videos, surgió en respuesta a los “anodinos ‘festejos’ oficiales” –según dispuso la convocatoria– del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. En el comunicado se cuestiona que “las autoridades delegacionales retiraran las obras artísticas, muchas de fuerte contenido político y social, que sin embargo dejaron en muchos casos los ‘mecatitos’ atados a los árboles, real motivo (?) de la ‘queja’, si es que éste existió, así como que tampoco retiraron diversos cartelones clavados con tachuelas a los árboles, de una empresa de venta y alquiler de condominios. “Si alrededor de 30 por ciento de las obras exhibidas no se encontraban sujetas a árbol alguno, se pregunta, ¿por qué se les retiró a éstas también?” Una de las piezas de la propuesta artística colectiva que fue retirada del camellón de Miguel Ángel de Quevedo
Laura Esquivel, directora de Cultura de Coyoacán, lamentó que se haya desmantelado la muestra y no se buscara una solución. La decisión, al parecer, de retirar la obra vino de “la Dirección Jurídica y de Gobierno de la delegación”. Esquivel fue informada el mismo lunes al mediodía por su colaborador Froylán Rascón, cuando “ya estaban desmantelando” las piezas. La escritora trató de hablar a la delegación “para dar mis propuestas de solución”, porque “sí veía solución” ante una queja vecinal de que “algunas instalaciones se amarraban a los árboles.
“Yo misma tengo como parte del proyecto cultural un museo itinerante de fotografía en que utilizamos botes de cemento y con vil tendedero lo hacemos en pueblos y barrios”, acotó. Hoy, a las 12 horas, una comisión de artistas visuales y organizadores de La ira y el deseo acudirá a las oficinas del jefe delegacional, Raúl Flores, para que éste explique el porqué retiro de las obras. Esquivel dijo que los quejosos están en todo su derecho de manifestar inconformidad, aunque apuntó: “Conozco al delegado y de ninguna manera tiene, ni ha tenido, un espíritu represor”.
Luego de revisar las autorizaciones para la acción artística colectiva, se advirtió que hay “un oficio de petición, de los que circulan entre dependencias, en el que por equivocación se mencionaron dos días y no los 15”. Las obras desmontadas serán devueltas a los artistas. Al respecto, Laura Esquivel dijo: “Me gustaría hacerlo personalmente, agradecerles a todos su participación. Fue una jornada ejemplar donde no hubo ningún incidente, donde se demostró que México está a la altura de este tipo de actos, que Coyoacán es una comunidad que respeta, se comporta, que valora el trabajo de los artistas”.
Laura Esquivel aseguró que existe “la mejor disposición de la Dirección de Cultura de trabajar con los artistas, abrir espacios donde todos podamos expresarnos y donde recuperemos ese sentido de comunidad que sólo el arte propicia”.
• La burocracia en la cultura
Agustin
Lamentablemente los burócratas son la lacra en todos los niveles. Lo terrible es ver como los "artistas"he "intelectuales" y demás, venidos servidores públicos, léase ¨burócrata¨ s¨terminan vendiendo su integridad por un mísero salario.¿Sera por eso que en México el arte no florece?
ÁNGEL VARGAS Periódico La Jornada Domingo 2 de mayo de 2010, p. 6
Ayer comenzó la acción La Ira/ El Deseo, que por mucho superó las expectativas
“El enojo de la sociedad puede detonar su organización”, afirma Gritón
El “Señor Presidente” inauguró más de 200 obras y espectáculos que manifiestan “que el país está de la chingada y no tenemos nada que celebrar”, sostiene el artista y organizador
El museo al aire libre permanecerá abierto hasta el 15 de mayo
Y sonaron pomposas palabras, exultantes, en la que salieron a relucir los héroes que nos dieron patria. El “Señor Presidente”, carismático, había henchido el corazón de la multitud con un discurso emotivo, cargado de sentimiento nacionalista. En medio de una lluvia multicolor de confeti, el “Señor Presidente” cortó un listón rojo y con ello dio por inaugurada la muestra La Ira/ El Deseo, con la que el camellón central de la avenida Miguel Ángel de Quevedo quedó convertido desde ayer y hasta el 15 de mayo en un museo al aire libre. Todo como en los viejos tiempos añorados. Muy marcada fue la ausencia de medidas de seguridad. Ni soldados, ni policías, ni vallas. Confianza plena, en todo sentido. Pero el performance de Víctor Sulser como el “Señor Presidente” no terminaría allí, siendo la primera actividad de dicha muestra, sino que a lo largo de todo el sábado se la pasó inaugurando cuantas pudo de las más de 200 obras y los espectáculos que integran esta gigantesca colectiva interdisciplinaria. Distribuida a lo largo de tres kilómetros lineales de dicha avenida, entre Universidad y Pacífico, la exposición está integrada por pintura, fotografía, escultura, instalaciones, performance y video, además de recitales de poesía y conciertos de música clásica, experimental, trova y tradicional mexicana. Como se informó en estas páginas el pasado lunes, se trata de una acción artística colectiva e independiente, convocada por diversos colectivos y promotores culturales, “en respuesta a los anodinos ‘festejos’ oficiales del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución”.
Obras contra el poder
En su doble papel, como organizador y artista participante, Antonio Ortiz, Gritón, destacó ayer en entrevista que esta experiencia desbordó las expectativas de los organizadores, por el número y el interés de los artistas participantes (cerca de 250, entre colectivos, grupos y de forma individual), no obstante que cada uno debió encargarse del montaje y los gastos de su obra. “Imposible que los gobiernos de la República, de la ciudad o incluso de Coyoacán hubieran organizado una actividad como ésta, porque hay obras muy fuertes contra el poder, donde no se baja de rateros ni corruptos a los políticos. Además de la crítica aquí vertida, lo más importante de esta muestra es que es autogestiva y con total libertad de expresión”, señaló. “Como dice una canción, una obra –el arte– no comienza una revolución ni nada, pero sí echa fuego a la gasolina de la revolución. Entonces, estoy convencido de que ésta sí es una acción con sentido, porque igual ayuda a despertar la conciencia de la gente.”
Autor de la instalación Infinita tristeza, creada a partir de pendones luctuosos colgados en los árboles, con la que busca expresar su dolor por el estado actual del país, Gritón se mostró emocionado y satisfecho por el interés que La Ira/ El Deseo provocó entre transeúntes y automovilistas. “Hay interés en la gente por acercarse y preguntar, y congenian con lo que se expresa en la mayoría de las obras: que el país está de la chingada y que no tenemos nada que celebrar”, subrayó.
“La sociedad, el pueblo está enojado, y creo que en determinado momento ése puede ser el factor que organice. El título de la muestra, La Ira/El Deseo fue tomado de un texto de Adolfo Gilly, en el que menciona que la ira hace que la gente se organice. “Sostiene que ni la independencia ni la revolución pueden explicarse sin la ira. Si uno está siempre con la esperanza de que las cosas cambien, entonces termina por ocurrir nada; la esperanza no propicia algo, lo que hace es impedir la organización, al mantenernos en la espera. Enojarse, muchas veces implica organizarse.”
Visión crítica
En efecto, en la mayor parte de las obras participantes, así como en las acciones, lo que prevalece es el desencanto y el enfado, la visión crítica de cómo se maneja el país y la situación de extrema violencia prevaleciente, con el narcotráfico como poder de facto. También se hace referencia a la enorme brecha económica en México, donde cada vez hay más pobres y menos ricos, pero más acaudalados, así como a la doble moral imperante, que sataniza el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo, al tiempo que tolera y esconde la pederastia del alto clero. Hay una instalación en la que se encuentran dos supuestas tumbas en las que yacen sepultadas la Revolución y la democracia; una serie de cuatro excusados con letreros que piden perdón por los malos manejos; una instalación más lúdica en la que zapatistas en bicicleta, “los de ayer y los hoy”, demandan democracia y justicia social; otra instalación de la que cuelgan corazones sangrantes, “como se halla hoy la patria”. Entre los performance, destaca el de Niña Yhared, en el que personifica a la curvilínea y sensual Miss Bicentenaria, quien, con un uncido y corto vestidito, cananas y banda tricolor en el pecho, y sombrero cacahuatero, se toma fotos con “todos aquellos que seguramente no están ni forman parte de los festejos oficiales” de este año.
Titulado De la Independencia a la Dependencia, también fue muy llamativo el que realizó el artista visual Jorge Ismael Rodríguez, vestido de Ángel de la Independencia –con sostén y todo–, quien regaló café frente a una cafetería trasnacional, al tiempo que solicitaba a los transeúntes anotar en una bitácora la deuda que tiene con ellos la patria y, a manera de firma, una frase panfletaria.